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sábado, 21 de marzo de 2009

¿Codigos manchados?

La nueva mística del fútbol nos ha llevado a idealizar una razón sobre la otra. Es decir, una propia decisión que prevalezca y haga intolerable a la contraria. La semana anterior, lo ocurrido entre Maradona y Riquelme es una prueba más, de lo comercial que es, hoy en día, el fútbol. Una opinión que si no hubiese sido expuesta por el medio televisivo, hubiera permitido que Juan Román Riquelme no deje a la selección argentina. Ahora, ha perdido toda oportunidad de pelear un segundo y último mundial, debido a que un nuevo regreso, es imposible.

Hasta antes de este suceso, el técnico del combinado argentino, había sido claro sobre lo importante que iba a ser el actual 10 de Boca para el planteamiento que tenia en mente. A tal punto, que la 10 de la selección seria destinada para él, sin cuestionamiento, alguno. Ante la idea de tener que girar su equipo en un referente, ni bien tomó el cargo, quito responsabilidades y señaló que el equipo era :Mascherano y diez más.

Si bien, el jugador Xeneize, aún no había estado bajo el mando de “el Diego”, el que no jugara el primer encuentro ante Escocia ya era raro. Según Román, estaba apto. Al parecer, luego de los dos amistosos con saldo positivo se dio a conocer que algunas de las figuras del combinado argentino no querían al ex Villarreal en la selección. Entre ellos Messi, Agüero y Gago. Entiéndase así, que ese fue un tema fundamental para que el jugador de Boca, deje un hueco muy grande para algunos, como ya tapado para otros.

A partir de esto, se asomaron dos posturas. La primera de apoyo al mejor argentino de todos los tiempos. Se entendía la decisión por el mal momento del jugador. Maradona quería a un idóneo Riquelme que calzara en su juego. En tanto, la contra cara, es decir la del otro campeón del mundo, pero a nivel de clubes, partía desde el punto de los códigos. Es decir, se entendía que hay códigos que se tienen que respetar, por lo que esta clase de apreciaciones deben ser directas y no a través de una tercera persona. Muy aparte de estas dos, surgió una neutral: La celeste y blanca, no se pone en duda. Es decir, no hay impedimento alguno para dejar de defender la selección nacional.

Sin duda, armar una táctica con Riquelme, es distinta a plantearla sin él; aunque está claro que el jugar con un creativo, ya no es una obligación. Ante esto, Maradona no necesita ver muy lejos. Es evidente la cantidad de buenos jugadores con los que cuenta para llenar ese lugar.

De esta forma, el código de Maradona ya tiene fundamento. La simbólica 10 que tanto lo respaldo, ya tiene candidato: coincidentemente es zurdo y es actualmente el mejor del mundo, como mucho tiempo, lo fue él.

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