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lunes, 11 de mayo de 2009

El año del conquistador.

Actualmente, es el estandarte habitual del ataque del Werder Bremen. Un aporte seguro, cuando el cuadro de Schaaf mueve el marcador. A base de gran movilidad por todo el frente de ataque, un físico impecable y sobre todo el factor confianza, ha podido recuperar la distinción que disponía antes de mudar maletas a Londres. Una seguridad, que acompaña a Claudio Pizarro a participar en su mejor temporada desde que enrumbo a Bremen hace 10 años atrás.

Sus movimientos en un campo de juego, reflejan que ha alcanzado una madurez futbolística que lo condiciona a marcar diferencias. Si bien el molde que dispone el Bremen parte de lo que pueda decidir Diego, Pizarro ha encontrado su lugar. Arriba. Siempre arriba. Aunque es cierto, que en algunos juegos recorto metros para iniciar jugadas o probar desde media distancia como ante el Hamburgo por la UEFA, es consciente que es la referencia y el único fijo en la delantera de Schaff.

Claudio Pizarro, ya con poco que aspirar en la Bundesliga, cumple distinta suerte en la Copa UEFA y en la Copa alemana. En ambos torneos, su equipo se encuentra próximo a confirmar merecimientos y marcar los últimos pasos que lo coloquen como ganador. En Estambúl, no en el infierno, si en casa del Fenerbahce y sin Diego, medirán fuerzas ante el Shakhtar Donetsk de Ucrania; mientras que en Berlín, el Bayer Leverkusen será el rival a batir por la copa germana. En lo individual, el peruano no solo ha superado su promedio de gol en una misma campaña, sino que está a solo 17 tantos de alcanzar a su ex compañero de ataque, Giovane Élber, como máximo goleador extranjero en la historia de la Bundesliga. En sus dos ciclos en Bremen y en su exitoso paso por el Bayern Munich, ha anotado 116 goles en 254 partidos.

Los 27 tantos que festejó en esta campaña, los originó por medio de definiciones en el área, certeros cabezazos, disparos de media distancia, errores del rival y por justas apariciones en zona de culminación. Lo sufrieron cuadros como el Milán de Ancelotti, el inter de Mourinho o su antiguo amor, el Bayern Múnich. A rivales como el Hannover 96 o el Frankfurt les clavo de a tres, mientras que a otros como el Milán o Borussia Dortmund, le aplicó dos.

Ya en la recta final de toda competencia en el viejo continente, su gran promedio goleador lo sitúa en el sétimo escalón de la tabla de artilleros en Europa. 16 encajó en la Bundesliga, 4 en la Copa Alemana, 2 en la Champions y 5 decisivos en la Copa UEFA. Lionel Messi lidera con 36 tantos; lo sigue Mario Gómez del Stuttgart con 32; luego con 30, figuran Eto´o y los dos puntas del Wolfburgo, el brasileño Grafite y el Bosnio Edin Dzeko; uno abajo acecha Diego Forlán; y con sus 27 gritos, Pizarro comparte lugar con el español David Villa.

El peruano es una realidad y continúa siendo el mejor exponente que tiene nuestro país en el extranjero. Si bien sus actuaciones con la camiseta nacional, aún lo condenan, su fiel escudero lo aguarda en Europa. Mas específicamente, en Alemania. Esta temporada supero y recupero todo: confianza, juego y una designación, que hoy más que nunca lo destaca en el mundo del fútbol: El bombardero de los andes.