Messi y Robben: Un país a sus pies.

Ambos son ligados al arte de desequilibrar, siendo amantes de los lados para desbordar. Ambos son reiterativos a la hora de asistir, aunque por instinto propio suelen convertir. Ambos son material exclusivo del buen futbol, por lo que los espectadores repetitivamente se paran de sus asientos para aplaudir. Uno hace ya buen tiempo que pone a su estadio de cabeza, mientras que el otro de a pocos entra en los corazones de sus hinchas y seguidores. Uno pareciera que tuviese el balón atado a los pies, siendo casi imparable en el regate corto y contundente en el largo, mientras que el otro da a entender que aprovecha lo que mejor sabe hacer, el juego en espacios largos. Uno es de la tierra del tango y el otro del tulipán.

Hablamos nada más y nada menos que de Lionel Messi y Arjen Robben, los dos cracks del momento en el país de los oles, las llaves de gol en sus equipos, la clase de jugadores que la tribuna busca a gritos, son la referencia actual de los dos cuadros más importantes de España, es decir Barcelona y Real Madrid. En lo que va del año, el holandés ha sido fundamental en los 6 últimos encuentros jugados en liga, donde ha realizado o provocado el 60 por ciento de los goles del club blanco. De los 10 marcados, el ex Chelsea y PSV ha anotado 4, entregado uno y provocado otro, en pocas palabras ha sido la razón del repentino levante del Madrid. Por su parte el fuera de serie de Messi, ha sido autor de 6 de los 17 goles logrados por los azulgranas, asistiendo en 2 ocasiones, por lo que el rosarino ha influido en el 47 por ciento de las conquistas blaugranas.

Las posiciones se mantienen desde comienzos de año con la misma diferencia de 12 puntos, la solidez y regular juego de los dirigidos por Guardiola aparentan ser inmersos a perder puntos y menos en el Camp Nou donde pareciera que solo está permitido golear y sacar pañuelos. Por el otro lado el conjunto blanco esta a la espera de que el clásico rival sufra un traspié lo más rápido posible para poder recortar puntos y respirar más tranquilos.

La jornada 22 de la liga de las estrellas está por llegar el puntero recibirá al débil Sporting de Gijón, mientras que el Bernabéu atenderá al Racing de Santander, encuentros perfectos como para que estas dos joyas se mantengan en el equipo ideal de los medios más importantes de ese medio. En un futbol como el de hoy, donde cada vez más se destacan las individualidades que los conjuntos, nos encontramos en la era de estos dos zurdos. En la dependencia por Messi y Robben.

El último deseo de San Paolo

En Milán y en el mundo del fútbol, hablar de San Paolo, no es hablar de un santo más ni de una imagen que transita en un tiempo, sino es hablar de una presencia que se mantendrá viva por años. Este santo con alma de guerrero, cuenta además con la osadía de defender con el corazón los colores que lo identifican y con el ejemplo de ser el capitán de un cielo pintado de rojo y negro.

Nadie puede negar que San Paolo, o mejor dicho Paolo Maldini, se ha ganado por derecho propio un lugar en lo alto de la historia del fútbol. Los años pasan, al igual que los jugadores, pero Maldini sigue ahí, cosechando titulo tras titulo y aplauso tras aplauso. En el Milán lo ganó todo, 5 estrellas de champions, 7 scudettos, 5 supercopas europeas, entre otros. Sin embargo, con la azurra de italia, nunca logró un titulo, pues disputo cuatro copas mundiales, de las cuales ninguna lo hizo campeón. Estuvo muy cerca en el 94, pero la mala suerte en la tanda de los penaltis lo alejo. Hoy, ya no defiende mas los colores de su país, ya que luego de la polémica copa del mundo de Corea y Japón, no la volvió a lucir más en un campo de fútbol.

Fueron exactamente 126 partidos de azul y 74 de ellos como capitán, convirtiéndose en el jugador italiano con mas presencias en el seleccionado nacional y que mas veces llevó la cinta de capitán. Son números y razones suficientes como para pedir un último deseo antes de dejar el fútbol a finales de esta campaña: Jugar un último encuentro con la selección italiana. En estos últimos días se propuso la idea de que “il cappitano” pueda ser parte de los convocados al encuentro ante Brasil. Si, justamente el país que no lo dejo gozar de la mejor satisfacción que puede dar el fútbol y con la presencia de Dunga como técnico rival. Despedida completa. Sin embargo, la idea es que Marcelo Lippi acepte la propuesta y le pueda dar un final de ensueño a quien nunca estuvo bajo sus órdenes.

Se dice que los grandes triunfadores acaban su carrera en la cúspide, con 40 años, Paolo Maldini lo hará y podrá ser recordado por su presencia en un campo de juego, por su clase a la hora de quedarse con un balón, por su clase tanto dentro como fuera de la cancha y por aquel tan representativo numero 3 que lo acogió en el fútbol. Al igual que el histórico 6 de Franco Baresi, cuando Maldini deje el fútbol nadie más podrá pedir su glorioso dorsal 3 en honor a su gran carrera en el club.

Se retirará un grande, un caballero del fútbol, el eterno Paolo Maldini.

Un record más para el de siempre

Siempre prefirió algún logro colectivo que alguna distinción personal. Siempre soñó con un campeonato antes que con un gol. Para Raúl Gonzales Blanco, capitán y goleador eterno del Real Madrid, colocarle la bufanda a la diosa Cibeles luego de festejar alguna champions o levantar un trofeo de liga siempre fue su objetivo principal antes de comenzar una campaña. Esta vez como tantas veces, marco un tanto que contribuyo no solo para que el Madrid logre su sexta victoria consecutiva en la liga, sino que el abrir el marcador en Numancia significó igualar a Don Alfredo Di Stefano como máximo anotador en la historia del Real Madrid con 307 tantos. Un gol que evidencia lo que mejor supo hacer en tantos años, buscar la mejor ubicación del área para encontrar el balón y mandarlo a guardar.

Raúl, marco goles para todos los gustos, pues como olvidar cuando enmudeció al Camp Nou luego de punteársela a Rudd Hesp en 1999, cómo no recordar alguno de sus tantos en finales de champions o como no mencionar alguna de sus clásicas vaselinas.

El ángel de Madrid, como lo solía llamar Luis Omar Tapia en las narraciones de Espn, solo cambio su rúbrica a la hora de celebrar un tanto, pues cambio el beso al anillo por la señalización de su emblemático número 7; para todo lo demás sigue siendo el mismo de siempre, un aguerrido que a pesar de sus 31 años continua peleando cada balón como si fuera el último, que lee cada definición a la perfección, que transmite su fortaleza anímica en el campo y que continua logrando distinciones personales, a pesar de preferir los colectivos. Alguna vez quien lo hizo debutar con la camiseta de Madrid, Jorge Valdano, lo definió de forma perfecta:

“Juega como un ángel de barrios bajos, corre tras todo lo que se mueve, se desmarca hasta de sí mismo, pone cara de pocos amigos y solo descansa cuando ve cumplido su inmodesto objetivo : ganar el partido. Ese es Raúl”