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martes, 11 de noviembre de 2008

Brazo en alto a la deriva



Con la inspiración de Dios y con un cartel sin gran renombre destacó alguna vez en nuestro país, Eduardo Esidio. Un centro delantero que solo necesito de un buen año en las filas del Alcides Vigo para llegar a ser parte de uno de los equipos más importantes del medio. En la U se cansó de hacer goles y de muchas formas, pues aunque gran parte se debieron a su potente remate con zurda, sus cabezazos, penales y demás recursos, también sumaron. Tras dos títulos nacionales con Universitario llegó el tan ansiado tricampeonato, donde el brasileño se inscribió en la historia del fútbol nacional al lograr el mayor número de goles en una misma temporada. Exactamente fueron 37 celebraciones dedicados al de arriba que seguramente no disfrutaron los contrarios, al igual que su compatriota Mario Jardel, quien tuvo que esperar hasta fin de año para poder tomar ventaja de un gol y llevarse el reconocimiento de la federación internacional de futbol y estadística como máximo artillero mundial del 2000.

Esta distinción a Edú se puso en riesgo, cuatro temporadas después, ya que el uruguayo Gabriel García marcó en 35 ocasiones para el FC Melgar. El ahora jugador de Vallejo, desaprovecho en su momento las 2 últimas fechas en Arequipa ante Atlético Universidad y Huaral, por lo que no lo pudo igualar.

Si hay alguien que puede sobrepasar dicha meta, ese es Miguel Ximenez, quien desde su primera anotación al Melgar, en el apertura, no ha parado de marcar. El uruguayo lleva tan solo una temporada jugando en el país y ya tiene en su haber 32 anotaciones, a falta de 6 fechas por disputar, de manera que ya súpero el registro de 29 goles de Juan Caballero como máximo goleador histórico en una campaña para Sporting Cristal. Además, lo sufrieron todos los cuadros de primera división del torneo peruano, menos Universitario que en 4 oportunidades, aún no lo ha podido clavar.

Por otro lado, vale mencionar que la victoria del pasado Domingo ante Cienciano, mas el posible fallo en contra de la San Martín, aún le permite soñar, pues el Chino tiene claro que lo colectivo es primordial que lo individual, por lo que repetir festejo con brazo en alto ante Sport Ancash en Chimbote, podría ser el primer paso para remontar y de paso, si se da la oportunidad, despachar a Eduardo Esidio de ese reconocido lugar.

domingo, 9 de noviembre de 2008

No hay vuelta atras.


¿A confiar en el cambio? Universitario de deportes culminada la fecha veinte del torneo clausura, muestra otro juego, otra identidad y con esto, otro estilo a comparación del que vimos hace cuatro meses atrás. Desde que Gareca arranco el año, implanto un sistema de juego donde sus jugadores se lograron acomodar hasta llegar al objetivo. Sin embargo, en esta segunda mitad de año por distintas razones sus piezas no lograron equilibrar.

Luego de insistir en prácticamente el mismo once hasta hace dos fechas atrás, el técnico tuvo que ceder y optar por los acostumbrados integrantes del banco de suplentes. El pasado miércoles, se dio el primer paso con saldo positivo y ayer el segundo, ante Bolognesi, con uno negativo; pues pareciera que el equipo ya mostró sus dos caras, una cuando se tiene que mantener la ventaja y manejar el partido, y la otra cuando se tiene que atacar.

Además, es claro que el equipo ya no tiene la suerte de campeón con la que contaba en el apertura, pues los goles de Neyra ya no definen los encuentros, las lesiones de jugadores importantes como Galván, Torres o Hurtado implican cambiar y la constancia de cara al gol de un jugador clave como Hurtado no se encontró más.

Por ende, es hora de continuar con este cambio y confiar por lo que se decidió. Si relegar a unos o incluir a otros para iniciar los encuentros, es lo que Gareca ve como favorable para intentar colarse entre los siete, no hay marcha atrás, pues a veces jugadores que te lograron un apertura, no necesariamente te darán un clausura.

De limitaciones al dinamismo de un mediocampo.

No es un descubrimiento saber que en el fútbol moderno los jugadores han adecuado nuevos estilos de juego. Incluso, los técnicos poseen una gran gama de esquemas tácticos a utilizar, de tal intensidad, que en algunos cuadros se omiten posiciones que en el papel del fútbol se daban por imprescindibles.Muestra de esto, es la exclusión de un generador de fútbol por la inserción de dos extremos para lograr un juego más horizontal; o en otros casos, la adición de un mediocampista mas de marca, de manera que se reste un punta o un volante de ataque, dándole más importancia a la recuperación de balón, por ejemplo.Un gran afectado por este cambio en el fútbol, es el volante de marca, quien ya no tiene que tener únicamente características de recuperación sino también buen manejo y exitosa entrega de balón, para disfrazarse en instancias de un encuentro como un generador de gol más. Es clara evidencia la última selección española, campeona de la Eurocopa, donde el bloque central fue conformado por Xavi, Iniesta y Senna, tres jugadores de desenvolvimiento muy similar.

Pasaron años y se dieron distintos diagnósticos, de tal forma que actualmente podemos figurar una línea del tiempo para entender que la destreza en un seis ya no es solo acostumbrarse a la especifica función de rescatar la pelota como era anteriormente, sino en muchos casos la habilidad consiste en el arte de convertir las limitaciones en virtudes. Quizás esa sea la razón más entendible acerca de la evolución que se efectúo para lograr ver un volante central más dinámico y multifuncional, aunque siempre teniendo como prioridad su misión de recuperar.

El fútbol de antaño mostraba figuras en dicha posición, sin tanto despliegue ofensivo como se ve ahora. Se da el caso de Obdulio Varela, recordado mediocampista central que manejaba los hilos temperamentales de aquel equipo uruguayo que sacudió el Maracaná en el 50. Se puede decir de él, que las ganas y pundonor por defender la celeste eran artífices de la recuperación del balón, lo cual continuaba con una prospera entrega de balón al talentoso mas cercano, de aquel plantel. De esta manera, vale recordar que el accionar de este referente charrua se valía por la garra, condición que sin duda es importante en cada jugador de fútbol. Sin embargo, hoy en día, la garra ya no gana partidos sino se convierte en una característica más del equipo, teniendo como prioridad al talento o al orden de un equipo.

Las apariciones de nuevas formaciones como el 4-4-2 o el 4-3-3, dieron paso a adecuar nuevas facetas en el manejo del medio sector, donde surgieron algunas figuras como Jean Tigana, el estandarte y tapón defensivo de aquel recordado cuadrado mágico de Francia en el Mundial del 82; Bernd Schuster, gran mediocentro defensivo destacado por sus buenas entregas de balón ya sea a corta o larga distancia, sus constantes arribos al arco rival y por conformar parte de aquel combinado alemán que mejor juego mostró en su historia, según muchos críticos del fútbol; o por ultimo, Frank Rijkaard, gran recuperador caracterizado por su fuerza y majestuosa transición de balón, en aquellos conjuntos de Holanda y Milán protagonizados por Van Basten y Gullit.

A través del tiempo, el fútbol nos ha propuesto confiar cada vez menos en lógicas, actualmente un equipo de estrellas puede ser derrotado por un buen esquema táctico de un cuadro cumplidor. En ese ambiente destacó, alguna vez, Mauro Silva. En un Deportivo La Coruña que con jugadores claves como Fran, Bebeto y luego, Djalminha, lograron adquirir el apelativo de “Super Depor”. El Brasileño cumplía a la perfección su mejor virtud, la de frenar el juego del rival y la gran mayoría de ocasiones sin cometer falta, algo que muchas veces puede hasta identificar a un jugador que conforme el bloque defensivo de un conjunto. Además, poseía una efectiva entrega de balón que sumado a su gran fortaleza y claridad para leer cada partido, lo convertían en un indiscutible en los equipos que conformó.

En esa misma liga brilló Josep Guardiola, un jugador que disponía de mucha personalidad y liderazgo en esa primera línea de volantes que conformaba en el Barcelona. Desde que Cruyff lo hizo debutar en el 1991, siempre se caracterizo por ser el hombre que manejaba ese medio sector, pues además de ser una referencia para sus compañeros en el campo, era muy extraño verlo perder su posición. Por otra parte, vale recordar que Guardiola no solo se desenvolvía en labores defensivas, sino también se acoplaba a las ofensivas y no solo por su exquisita pegada en los tiros libres, ya que muchas veces el penúltimo toque antes del gol , patentaba su nombre. Incluso, su juego era sencillo y justo, de tal forma que cuando la pelota pasaba por sus pies, el juego de su equipo se simplificaba. Sin duda, cada técnico que lo dirigió sabía que su zona medular estaba en buenas manos.

El ver su presencia en alguna alineación ya causaba miedo. Mathias Sammer, es quizá el volante central que mas acaparaba terreno en sus equipos, es decir que luchaba cada balón como si fuera el último y no solo en su cancha, sino en toda la cancha, de manera que no era extraño verlo disputar una pelota en la medular o inclusive en cualquiera de las dos áreas. Este todoterreno, llamaba la atención por su potencia física y contagio moral que le adjudicaba al equipo, hasta el espectador se podía identificar con su empuje. Otra de sus cualidades, estaba en su precisión para anticipar cada balón dividido, el cual si la tenía que resolver con el ojo, accedía. El escudo de Alemania, el Dortmund y los demás equipos con los que colaboró, fueron dejados bien en alto por este verdadero capitán. Sus constantes celebraciones en vaya contraria, nos ofrecía estar frente a un jugador completo y no por casualidad fue uno de los contados volantes centrales, en lograr un balón de oro.

Fernando Redondo era extraordinario. Su presencia en un terreno de juego era pronunciada. Posiblemente, no se vuelva a observar un recuperador de balón con tanta fineza y efectividad. Redondo era un reloj en el campo, su talento adecuado a su gran visión de juego, lo convirtieron en su momento en el mejor del mundo, en dicha posición. Además, se puede decir que su mejor juego se produjo mientras estuvo acompañado de un jugador similar a él, lo que en Argentina se llama un doble cinco. Este sistema, le daba más libertad para ir al ataque, donde sin objeción era un agregado muy poderoso. Parte de esto se demostró en sus logros más importantes, tanto en la selección Argentina, como en el Real Madrid. Tal vez, en la recordada octava Copa de Europa para el Madrid y segunda en su cuenta personal fue que se mostró más dedicado a la ofensiva, donde tenía a un amoldado Ivan Helguera como principal dedicado a la contención. En dicho logro, es difícil que uno olvide aquel exquisito gesto técnico en Manchester, en el cual con un taco pudo burlar a Henning Berg y entregarle todo el gol a Raúl. El príncipe de Madrid, como solía llamarlo Luís Omar Tapia en las narraciones de ESPN, era muy difícil que pase desapercibido en un partido, ya que este reloj si quiera te daba la hora justa.

Hablar de Roy Keane, Edgar Davids o Patrick Vieira es referirse a juegos mas adecuados. El primero, era un jugador muy temperamental y dedicado mayoritariamente a la marca, de tal forma que los valores ofensivos se sentían tranquilos, pues tenían un general que les cubría de manera acertada las espaldas. Sin embargo, a diferencia de Sammer o Silva, en algunas oportunidades era muy apasionado para asumir los balones divididos, donde muchas veces veía la tarjeta roja. Se dice que detrás de un gran equipo, siempre hay un peón, en el Manchester United de Ferguson, el adquiría tal designación.Edgar Davids era un jugador distinto, de repente no se caracterizaba por un gran posicionamiento en el medio terreno, pero su trajín y despliegue en la marca lo hacían un indiscutible. Su larga permanencia en la Juventus es muestra de que este holandés a base de buena circulación de balón y kilómetros de cancha desplegados, en cada encuentro, daban corroboración a sus éxitos. Por último, Patrick Vieira también manejaba un estilo propio. Los mejores momentos del francés, sin objeción, se dieron en aquel Arsenal que mejor fútbol mostraba en el mundo, entre los años 2001 y 2004. Para Wenger, su rol principal se daba en la marca, aunque su buen posicionamiento y tranquilidad para rotar la pelota, le daban pie para manejar los comienzos del fugaz juego del equipo que continuaba con alguna genialidad de Bergkamp, Pires o Henry.

Una constancia clara de la importancia que tiene un mediocentro en un equipo, se dio en aquel Real Madrid protagonizado por los galácticos. El tiempo le dio a entender al presidente Florentino Pérez que su súper galáctico, era Makelele y no valores en ataque como Beckham o Ronaldo. Su venta al Chelsea, marcó una era de fracasos en el Real Madrid y por tanto, el abandono en el cargo de Pérez. Cuando la institución entendió la importancia que tenia el francés en el equipo, intento cubrir ese lugar de la mejor manera. Sin embargo, muchos jugadores desfilaron por el plantel y luego de cinco años, se puede afirmar que ninguno se compara a él.

Hoy en día, podemos ver grandes jugadores en la posición de mediocampista central con diversas características en sus juegos. Muchos se basan en el juego físico, en el orden posicional o en el orden táctico que pretende su entrenador. En el fútbol físico y luchado se puede hablar de Gennaro Gattusso o Michael Essien, estandartes e impulsores de oxigeno en sus respectivos cuadros; en el uso posicional, De Rossi o Michael Carrick son un perfecto ejemplo, ya que son jugadores que necesitan darle equilibrio a su equipo; y finalmente, en el juego táctico, Mascherano o David Albelda debido a su orden y condicionado despliegue en el eje central. Es tan marcada esta escala de géneros que hace pocos meses un especialista en dicha posición, como es Frank Rijkaard, dejo en claro su preferencia por los volantes de marca nacidos en África, debido a su gran envergadura y fortaleza física.

La aparición de Fernando Gago es una clara muestra que estamos ante un jugador distinto. Su adecuación al fútbol europeo sigue en proceso, sin embargo, da la impresión que con el tiempo su fútbol se tendrá que imponer. En su corto desenvolvimiento en Boca Juniors, se le vio como un recuperador que jugaba mejor solo que acompañado en ese medio sector Xeneize. Su fútbol era tan fluido que sus pases iban directamente a Palacio por los lados, o a Ínsua en el medio sector. No obstante, creo que el fútbol europeo no le dará la posibilidad de manejar en soledad ese medio campo, ya que los espacios en dicho fútbol cada vez son menores.

Es clara la evolución que ha tenido esta especie de jugador en muchos aspectos. Por tanto, este crecimiento seguirá avanzando y avanzando conforme pasen los años, mostrando nuevos talentos con mayor dinámica y proyección al ataque de la que se ve actualmente. De esta manera, el volante defensivo seguirá adquiriendo nuevos consejos, algo que siendo positivo o negativo demandara de renovados técnicos y de nuevos funcionamientos tácticos.

El tiempo pasa por lo que el volante central o de marca, cada vez juega menos en silencio.