Sin brújula, ni orientación. Así camina el River Plate de Simeone transcurrida la fecha 13 del torneo apertura argentino, donde la derrota ante Lanús no significo una simple derrota más, sino el haber alcanzado el peor registro de encuentros sin poder obtener una victoria y por tanto, una caída libre de la cual no se puede reaccionar. El millonario se encuentra en el fondo de la tabla, con 9 puntos que lo avalan, lo que demuestra que siempre se puede estar peor. Y sí, no es una pesadilla de equipo chico sino la realidad del equipo más copero del futbol argentino, en cuanto a torneos locales se refiere.
Si para el Cholo Simeone, Junio le valió la gloria, Noviembre le enseña el infierno. River, con un juego y una actitud muy distinta a la del Clausura, solo apela a continuas pruebas sin resultados, pues su alineación ya no cuenta con los mismos automatismos con los que disponía meses atrás, donde uno podía valorar la seguridad en el fondo de Tuzzio, la descarga del juego en Abelairas, la función de mando del burrito Ortega, la solvencia del enano Buonanotte y por supuesto, la confianza y tranquilidad de Diego Simeone.
Actualmente, el cuadro de Nuñez no encuentra nada de eso, ni soluciones factibles a corto plazo, a diferencia de la primera mitad del año cuando lograron levantar cabeza y preocuparse solo en el Clausura, tras la increíble eliminación ante San Lorenzo por la Copa Libertadores. Por tanto, hoy estamos frente a una segunda versión de lo que es Simeone como técnico. Conforme fueron pasando las fechas, se intento formular un equipo donde perdurara la misma estructura y ese equilibrio que tanto los caracterizo, sin embargo, esto no llego, pues los obligados reemplazos de importantes piezas como Carrizo, Ortega o Abreu, a mitad de año, terminaron por desacoplar nuevos baluartes como Robert Flores, Santiago Salcedo o el propio Facundo Quiroga, en la zaga, que a la larga no lograron nivelar. Además, como no era de esperarse, el ex tecnico de Racing y Estudiantes, ya no ve a jugadores como Augusto Fernandez, Abelairas o Falcao como trascendentales, por lo que a puesto su confianza en algunos juveniles para lo que resta de campaña.
Si existe alguna luz consoladora para River, esa es el partido de vuelta que tienen en Mexico ante las Chivas de Guadalajara por la Copa Sudamericana, donde tendrán que mostrar una cara muy distinta a la que manifestaron en el partido de ida en Nuñez y como a lo largo de las 13 fechas del campeonato local. Por lo que encontrar las sociedades correctas y verticalizar en cuanto a alguna habida individualidad, pueden ser los únicos caminos viables para conseguir el milagro y una solución a este mar de dudas que genera Simeone.
Si para el Cholo Simeone, Junio le valió la gloria, Noviembre le enseña el infierno. River, con un juego y una actitud muy distinta a la del Clausura, solo apela a continuas pruebas sin resultados, pues su alineación ya no cuenta con los mismos automatismos con los que disponía meses atrás, donde uno podía valorar la seguridad en el fondo de Tuzzio, la descarga del juego en Abelairas, la función de mando del burrito Ortega, la solvencia del enano Buonanotte y por supuesto, la confianza y tranquilidad de Diego Simeone.
Actualmente, el cuadro de Nuñez no encuentra nada de eso, ni soluciones factibles a corto plazo, a diferencia de la primera mitad del año cuando lograron levantar cabeza y preocuparse solo en el Clausura, tras la increíble eliminación ante San Lorenzo por la Copa Libertadores. Por tanto, hoy estamos frente a una segunda versión de lo que es Simeone como técnico. Conforme fueron pasando las fechas, se intento formular un equipo donde perdurara la misma estructura y ese equilibrio que tanto los caracterizo, sin embargo, esto no llego, pues los obligados reemplazos de importantes piezas como Carrizo, Ortega o Abreu, a mitad de año, terminaron por desacoplar nuevos baluartes como Robert Flores, Santiago Salcedo o el propio Facundo Quiroga, en la zaga, que a la larga no lograron nivelar. Además, como no era de esperarse, el ex tecnico de Racing y Estudiantes, ya no ve a jugadores como Augusto Fernandez, Abelairas o Falcao como trascendentales, por lo que a puesto su confianza en algunos juveniles para lo que resta de campaña.
Si existe alguna luz consoladora para River, esa es el partido de vuelta que tienen en Mexico ante las Chivas de Guadalajara por la Copa Sudamericana, donde tendrán que mostrar una cara muy distinta a la que manifestaron en el partido de ida en Nuñez y como a lo largo de las 13 fechas del campeonato local. Por lo que encontrar las sociedades correctas y verticalizar en cuanto a alguna habida individualidad, pueden ser los únicos caminos viables para conseguir el milagro y una solución a este mar de dudas que genera Simeone.
