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miércoles, 3 de junio de 2009

Diego Forlán: Un artillero de oro.

Solo la incertidumbre que generaba el recordar un suceso que aún estaba fresco, causaba miedo. Una pisada que mantenía su huella vigente. Cuando se intuía que arrasaría en la rueda final, el cuento fue encontrando segunda parte. La confirmación. Si bien, Samuel Eto´o cumplió con los objetivos generales, los individuales, muchas veces, fueron su karma. Su falso anhelo. De esos, donde la ilusión te da la espalda en el último aliento y te arrebata lo luchado durante toda una campaña. Es que al camerunés lo persiguió y relegó, el mismo fantasma de hace 4 años atrás. La única diferencia fue que esta vez, su terror, alcanzó una madurez futbolística que lo ubica entre las presas más deseadas de los grandes “cazaestrellas” del viejo continente. Una sombra que brilla con luz propia: Diego Forlán. Para el charrúa, sin duda, esta consecución impuso más autoridad que la de aquel soñador de 26 años, que bajo ese dorsal 5 del Villareal logró su premio, generándose espacios para recibir, generalmente, de un serio Riquelme. Ahora, con los colores del Atlético de Madrid su confianza creció y, su alza en cuanto a efectividad desde media distancia y con ambas piernas, ha hecho de él, uno de los puntas más completos del mundo. Sus 32 anotaciones en 33 juegos, son la muestra del certero radar que lo dirigió a poner su sello en los pórticos más sobrevalorados de España. Su gran año con pase a la pre- champions, otro pichichi de Liga en mano y con una segunda bota de oro calzada a su medida, sostienen que el uruguayo atraviesa el mejor momento de su carrera deportiva.

En aquella temporada 2004-2005, el Barza se reencontró con la Liga española, luego de 6 años de sequía. Con Ronaldinho, Deco y Eto´o, como responsable de los metros finales, el cuadro del Rijkaard daba cátedra. La frase formulada por el 9, hasta hoy, recordada, con el pasar de las fechas fue tomando mayor valor: “Correré como negro para cobrar como blanco”. Con la Liga al caer y con 24 gritos a falta de dos jornadas por jugar, el reconocimiento del diario Marca (pichichi de Liga) y la bota de oro (máximo anotador de ligas europeas) lo acogían cada vez más. Sin embargo, se cruzó el Villareal. En el Camp Nou, un empate a tres arruinaría su show. El segundo punta, que alineaba Manuel Pellegrini al lado del español José Mari, sorprendió y cambio gestos a cuanto seguidor azulgrana esperaba un triunfo. Forlán con tres anotaciones, no solo ahogó las gargantas locales, sino que se situó a solo un tanto de igualar al camerunés en la tabla de goleo, por lo que denominó una fecha final para el infarto. Finalmente, un doblete de cachabacha, sobrenombre que le adecuó Gustavo Pons durante las narraciones de Fox, en la goleada frente al levante colocó al ex Manchester United como máximo goleador de Liga, ante la igualdad a cero entre la Real Sociedad y el campeón. En su primera campaña en España, Forlán se adjudicó, junto a Thierry Henry del Arsenal, su primer premio europeo ligado a la red. Sin embargo, una temporada después, Eto´o cobraría revancha y se haría del pichichi liguero.

Para esta campaña, la situación no causó tanto revuelo. El gran nivel que sentenció Forlán en sus prolijas carreras de cara al gol, evidenciaron el perfecto archivo que armó con el número 7 del Atlético. Junto a Sergio Agüero en el ataque, formaron una de las duplas más temibles de Europa. El pasar a Eto´o, como máximo anotador de la denominada Liga de las Estrellas, no fue el mayor asombro. Las 32 anotaciones de este año recordaron al fenómeno Ronaldo. Un fuera de serie que burlaba rivales como si fuesen estacas y mostraba el dedo en alusión a su próspera anotación. Desde la campaña 1996-1997 no hubo un artillero con más de 30 goles, siendo el brasileño con la camiseta blaugrana, el último en pasar las tres decenas, marcando en 34 ocasiones.
Los 11 gritos en los 8 partidos finales, cerraron el registro ante la baja producción de Eto´o. Sin duda, el penal errado por el africano ante su ex equipo, en Mallorca, fue el punto de quiebre. El desnivel. Las tres anotaciones en San Mamés y el tercero ante el Almería, por parte del uruguayo en las dos últimas fechas, fueron las que terminaron por establecer cifras y acomodar al sudamericano, por encima del camerunés y del español David Villa.

Diego Martín Forlán Corazo, ya no es más ese joven que deleitaba en Independiente de Avellaneda por su rápida adaptación goleadora, tampoco el tímido alternante en el equipo de Ferguson, ni mucho menos, un segunda punta del submarino amarillo; hoy en día, frecuenta entre el pelotón de los delanteros más importantes del mundo. Su alza en cuanto a potencia, rapidez en ejecución y velocidad en los desmarques, lo transformaron en un temible de Europa. El asociarlo arriba con Agüero, en verdad, fue atractivo. La forma como dieron pelea y bajaron del tren al Madrid o al Barza, en su momento, fue para admirar. Sin embargo, se hace difícil que puedan seguir compartiendo el ataque rojiblanco y nosotros disfrutar, de tal talento. Las incesantes ofertas que llueven en Manzanares, por ambos, caen como granizo y se hacen cada vez menos difíciles de no atender, para los directivos del Atleti. Por ahora, será mejor imaginar que siguen juntos.

Forlán a sus 30 años y próximo a estrenar su segunda bota de oro europea en el Centenario de Montevideo, frente al seleccionado de Dunga, espera seguir rompiendo records. Esta campaña 2008-2009, para muchos será difícil de olvidar, aunque alguno, no lo quiera ni siquiera pensar.