Era el pensar, el alivio a un juego denso, la tranquilidad para el resto, talento puro, quien a una incógnita la transformaba en idea, la mejor cabeza del futbol en los últimos 10 años, una esencia que adquirió el fútbol, la razón de pagar tu entrada, la elegancia, el que parado ganaba metros, el hombre de las ruletas, el que rendía y burlaba rivales, quien sacaba sonrisas a amargos, el héroe de Julio del 98, la mezcla del futbol clásico y moderno, la debilidad de todo sistema táctico, lo simple y complicado, la fantasía, el que domaba a la pelota de la dirección que viniera, la razón de la novena orejona, el distinto para cada partido, a partir de donde giraba el juego del equipo, la debilidad de todo técnico, la humildad, quien mataba un esquema en un instante, el culpable de abrir los espacios y un encuentro, el engreído de la redonda, lo rápido y lento con temimos medios, el último mago del futbol.
Quedará en todos, este 7 de Mayo del 2006, como el retiro de un ganador. Quien, luego de su participación en el mundial de Alemania, parará el reloj al ver que nadie dará la hora justa como él. Se retira Zinedine Zidane. Un grande.
