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domingo, 26 de abril de 2009

A Cristal le falta lo básico: una identidad.

Muchas veces, el continuar procesos no resulta la mejor manera de levantar un plantel y eso parece ser lo que arrastra el Cristal de Oblitas, tras diez fechas de campeonato. Un conjunto que pecó al pensar en grande y se convirtió en un equipo que escapa de a pocos al análisis futbolístico. Para este nuevo torneo, ya genero una controversia. Los celestes están para valorar las goleadas que brindan en el San Martín ante cuadros llamados chicos o para seguir tolerando las derrotas frente a denominados grandes, que le muestran su techo.

Si realmente comparamos a este Sporting Cristal con el del año pasado, seguramente, hay diferencias. Cambios de nombres, más no de identidad. La propuesta del club este año, se afianzo en consolidar el regular torneo del año pasado reemplazando algunas bajas importantes por piezas que no asentaron favorablemente. El uruguayo Alejandro Gonzales está en proceso de adaptación; jugadores como Cáncar no son para Cristal; Edwin Pérez demuestra cada semana que no rinde el examen en la Florida; el medio ofensivo piensa en solitario, sin liderazgo; y adelante definamos, Aliberti o Hurtado, se requiere de un centrodelantero.

Además, la imagen que refleja Cristal parece carecer de ese temperamento que años atrás evidenciaba su casta de equipo grande. Tras un gran inicio de torneo, el club entró en una confusión por saber para qué clase de encuentros estaba y para cuáles no. A partir de esa merecida derrota en el Rimac frente a Cienciano, todo el medio rimense entró en catarsis y no era para menos. Luego del comienzo avasallador contra Sullana y Sport Ancash, primero en casa y después en Caraz, a los celestes lo encaró el juego de la verdad. Los cuzqueños serian la primera parada que enrumbaría a un camino incierto, donde ni Oblitas encuentra fundamento.

No es un descubrimiento que el torneo de este año haya perdido nivel con respecto al pasado. Aunque se observan buenos equipos peleando arriba, el pelotón de los de abajo es pura especulación. Bolognesi, aún no logró una victoria; Teddy Cardama esta vez no le encuentra la vuelta a su plantel, mientras que al Ancash; lo maneja un técnico de nivel, al que lo deteriora donde elegir. Justamente, los tres últimos de la tabla suman 15 de los 24 tantos que anotó Cristal hasta la fecha. ¿Engañoso no?

Las últimas derrotas ante Universitario, Alianza Lima y San Martín, fortalecen esta lectura. En el monumental ante los cremas, no se jugó a nada. Lo único favorable que se recuerda de aquel duelo es la mala definición de Cáncar ante la precisa salida de Raúl Fernández, que de ninguna manera podría haber cambiado el rumbo de la contienda. En tanto en Matute, Cristal jugó un buen partido, pero no lo pudo cerrar. Aunque se hablo de una falta de suerte, la ausencia de estirpe de equipo e inseguridad en el fondo, terminó en un gol de Gonzales Vigíl que si bien le adjudica un gran mérito, la torpeza entre Prado y Heredia fue la razón determinante, para no sacar siquiera la repartición de puntos. Finalmente ante la universidad, se deterioro todo. Descoordinación en el fondo, floja marca en el medio y poco oficio para mantener la ventaja inicial. Ante esto y el buen conjunto que enfrentaron, por cierto, a media máquina en lo defensivo, la diferencia entre los dos equipos era notable.

A Cristal le falta algo más que fútbol, necesita temperamento. Es decir, encontrar un entorno positivo que lo lleve a poseer ese protagonismo en cualquier cancha y ante todo rival. El poder de lo que es: un equipo grande. Probablemente, hace falta otro técnico ante los tres años adversos de Oblitas. Quizás, jugadores que marquen una línea a seguir y que jueguen antes de hablar. Características que ayuden a encontrar lo que se requiere: Una identidad.

1 comentario:

  1. Blog serio y coherente, de esos que escasean por aqui. Tiene un nuevo seguidor.
    Saludos.

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